* “A los niños todo les asombra, no hay cosa a la que le pierdan el
interés, todo les parece nuevo y maravilloso, algo que como adultos vamos
perdiendo”: Betsabé Ramírez; “La vida me llevó por otros caminos hasta
encontrarme con la ilustración, hacer libros e impartir talleres a niños, es
algo que me llena y satisface”: Jorge Mendoza
Pachuca de Soto,
Hgo., a 11 de septiembre de 2015
Granos de café, papel, colores, estampas, entre otros y
mucha imaginación, fueron los materiales que una diseñadora gráfica y un
arquitecto pusieron al alcance de los pequeños para realizar verdaderas obras
de arte durante el segundo Encuentro de Ilustradores Ilustraful.
Durante las actividades de la Feria Universitaria del Libro
organizada por la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo y su Patronato,
bajo el auspicio del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes del 21 al 30
de agosto, en el salón de libros para niños se llevaron a cabo talleres
encaminados a fomentar el acercamiento a la lectura a través de actividades
artísticas y didácticas desde la FUL Niñ@s.
Pintando con Café
Betsabé Ramírez González, egresada de la licenciatura de
diseño gráfico de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, campus
Actopan, impartió el taller “Pintando con café”, donde a partir de granos de
café, papel fabriano, pinceles y diamantina estimuló la imaginación de los
niños asistentes.
“Me dedico a ilustrar y dentro de la Ilustración existen
muchas técnicas digitales y manuales, pero en particular descubrí que había
tintes naturales como el café y que a través de esta técnica puedo experimentar
varias texturas y darle más detalles a mis trabajos”, explicó la también
integrante de Pachuk Cartonera, una editorial creada por jóvenes egresados de
la UAEH y dedicada a fomentar la lectura, la cultura, el arte y las ciencias.
Ramírez González detalló que el objetivo principal del
taller es despertar la imaginación de los niños y permitir que a través de
jugar y experimentar con los granos del café, puedan llegar a encontrar una
vocación en el arte, cualquiera que ésta sea.
“Trabajar con niños es interesante porque nunca dejan de
dibujar, llega un momento en la edad de todas las personas en que dejamos de
dibujar, principalmente en la adolescencia porque en esta etapa nos juzgamos
más y no creemos en nuestro trabajo”.
“A los niños todo les asombra, no hay cosa a la que ellos le
pierdan el interés, todo les parece nuevo y maravilloso. Como adultos eso lo
vamos perdiendo porque dejamos de valorar las cosas pequeñas y simples, esos
detalles que hacen la diferencia en nuestra vida diaria”, apuntó.
Destacó además que los niños no tienen límites en su
imaginación por lo que pueden crear grandes cosas: “Llevo cuatro años
impartiendo talleres a niños, trabajo también en un colegio y doy clases en
preescolar. Quiero continuar dedicándome a esto porque más que un trabajo, es
lo que me apasiona”.
En tanto, Rafael Martínez, un pequeño de ocho años compartió
su experiencia: “Me encantó, a mí no me gusta el café porque es amargo y sabe
feo, no es como mi leche con chocolate pero cuando empezamos a dibujar ya no lo
vi tan feo. La maestra nos dejó usar las manos y no importó que me ensuciara,
mi mamá me dio permiso. Yo dibujé un león porque es el animal más feroz y es el
rey”, finalizó.
Mi libretita viajera
En el mismo escenario se realizó el taller “Mi libretita
viajera”, organizado por la editorial Oink, dedicada a la literatura infantil
basada en viajes a lugares no explorados, cuyo objetivo es fomentar la
convivencia familiar, la imaginación y las ciencias.
Jorge Mendoza, perteneciente a la editorial y arquitecto de
profesión, realizó una dinámica con los niños presentes para crear una libreta
donde ellos puedan rescatar los recuerdos de sus viajes.
“Como nuestros libros tienen que ver con viajes, tenemos una
línea infantil basada en viajes a muchos lugares desconocidos, por lo que
decidimos enseñarles a hacer una libretita que pueden llevar a todas partes. La
idea es que ahí vayan anotando lo que van viendo, lo que les gusta y lo que no
de un viaje, anécdotas, etc.”
Explicó que la editorial Oink es joven aún pues lleva sólo
un año de haber lanzado sus primeros libros infantiles: “La editorial es
pequeña y nueva, tenemos una colección que se llama trotamundos y tiene cuatro
volúmenes. Cada título es un viaje a un lugar distinto, cada lugar está
vinculado con un elemento, por ejemplo, la memoria, el corazón, los sueños,
etc., es una mezcla entre la imaginación y el conocimiento”.
Y añadió: “Al final nosotros lo que buscamos es fomentar la
lectura en los niños, desde pequeños y promover también la convivencia entre
hermanos, con los padres, la idea es que los más grandes les lean y así poder
viajar juntos porque eso es lo divertido de los viajes, cuando se hacen
acompañados”.
Destacó que el trabajar con niños resulta doblemente
provechoso ya que existe una retroalimentación: “Los niños tienen una energía
que te comparten en los talleres, a mí me funciona muy bien trabajar con ellos
porque hay una retroalimentación entre sus ideas y lo que uno piensa , esa
mezcla nos resulta muy importante para realizar nuestro trabajo”, apuntó.
Jorge Mendoza subrayó que pese a tener una carrera que nada
tiene que ver con la ilustración, la vida le ofreció la oportunidad de conocer
este mundo maravilloso: “Yo estudie arquitectura en la UAM de Azcapotzalco y la
vida me llevó por otros caminos hasta encontrarme con la ilustración, haciendo
libros y dando talleres a niños, es algo que me llena y satisface”.
Finalmente destacó la importancia de combinar la creatividad
con la pasión para ofrecer a los niños ilustraciones que contribuyan a reforzar
su enseñanza mediante dibujos, sin perder nunca el toque chusco e irreverente
que tienen los pequeños.◄
De tal modo que al investigar el pasado y el presente de
cómo se vende, adquiere o comercializa el objeto artístico, “no es difícil
colegir que lo que podría ser un mercado primario – de ventas directas, sin
intermediarios— se ha convertido en una especie de mercado secundario, en el
que los precios en cascada van en aumento, aumentando las utilidades al mismo
ritmo que los intermediarios otorgan rango y precio; como quien dice,
invirtiendo en la carga de atributos del producto artístico mismo”.
Y concluyen: “A mayor conocimiento de la estructura del
mercado, mayor participación y, por tanto, beneficio; así que sería muy beneficioso
para los artistas que las instituciones promocionarán definitivamente el arte,
consiguiendo no sólo el prestigio cultural, sino también la carga de atributos
(valoración e inversión) para exportar el producto artístico nacional”.◄
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