Las enfermedades
alérgicas como el Asma en particular son un problema de salud en las
naciones desarrolladas y también en las naciones en vías de desarrollo (en el
caso del Asma, la padecen alrededor de 150 millones de personas en el mundo,
causa grandes gastos, discapacidades, ausencias escolares y laborales) y el
hecho de que Cuba se encuentre en condiciones no sólo de enfrentarla, sino de
prevenirla, es el resultado de los avances obtenidos en la esfera de la salud,
materializados en la disminución considerable de otras afecciones que constituyen
un verdadero azote en la mayoría de los pueblos del Tercer Mundo.
En nuestro país, el clima y la geografía contribuyen a una
prevalencia importante de las enfermedades alérgicas. Solamente el Asma ya
afectaba al 8.2 % de la población, según el estudio nacional en 1985. En épocas
posteriores se han realizado estudios locales que han encontrado un evidente
aumento de estos valores.
El Asma influencia de
la herencia y el medio ambiente
La aparición de las enfermedades alérgicas es el producto de
la interrelación de factores genéticos y del medio ambiente. El factor genético
puede ser detectado tempranamente por la presencia de un anticuerpo elevado en
sangre llamado inmunoglobulina E (IgE), factor por el momento no modificable.
Los médicos pueden actuar sobre los factores ambientales,
como la calidad del aire en el hogar, los alimentos y otros.
Es bueno aclarar que considerar a un niño en riesgo de
contraer afecciones alérgicas, como el asma, no significa que éstas se vayan a
desarrollar inevitablemente. En ellas intervienen en gran medida las referidas
influencias externas.
Tomar medidas a
tiempo
La prevención del
Asma consiste en tomar medidas tempranas. El asma es causada por diversos
alergenos, es decir, sustancias de origen proteico generalmente, que en algunas
personas producen, al penetrar en el cuerpo, una respuesta con formación de
anticuerpos (IgE) y manifestaciones de ciertas enfermedades. Estas sustancias
sólo dañan a este segmento de la población, los alérgicos, son inocuas para la
mayor parte de la población.
Diferentes tipos de
Prevención del Asma como enfermedad:
La Prevención primaria del Asma, consiste en evitar que la
persona susceptible o predispuesta genéticamente a desarrollar la dolencia se
exponga a los factores causales y aparezca la sensibilización (respuesta del
organismo con formación de anticuerpo (Ac) después de ponerse en contacto, es
decir, penetrar el alergeno).
Este es el precursor más común del desarrollo del Asma como
enfermedad; por tanto la prevención
primaria del Asma debe comenzar antes e inmediatamente después del
nacimiento, fundamentalmente en el primer año de vida.
Durante muchas décadas en estas etapas se han sugerido como
medidas preventivas las dietas hipoalérgicas (poco alergizantes) en el
embarazo, así como la lactancia materna prolongada e introducción tardía de
alimentos sólidos en la alimentación de los bebés, además de evitar la
exposición a alergenos, contaminantes ambientales, humo del cigarro y otros.
Estudios más recientes plantean que las dietas en la mujer en riesgo (con asma,
coriza o rinitis, dermatitis atópica) durante el embarazo, es improbable que
disminuyan la posibilidad del nacimiento de niños alérgicos. Por otro lado,
también son controversiales los resultados de los trabajos que plantean que
existe una relación entre la mayor exposición a sustancias dañinas (alergenos)
y la aparición de sensibilización.
Podemos decir que en estos momentos no se encuentra a
nuestro alcance la prevención primaria del asma, pero se investiga arduamente
en tal sentido.
Es bueno recordar que ha sido reafirmada la relación, desde
mucho tiempo aceptada, entre madres fumadoras y niños pequeños expuestos al
humo del cigarro y el aumento de las posibilidades de que los niños padezcan
desde temprano afecciones respiratorias con sibilancia (respiración con silbido
o gipido).
La prevención
secundaria del Asma radica en evitar el desarrollo de la dolencia en
personas susceptibles y ya sensibilizadas. Las acciones deben tomarse en los
primeros años de la vida, todo lo cual se estima muy difícil de acuerdo con el
desarrollo científico que se posee.
La prevención terciaria está dada por la evitación de los
agentes que causan o desencadenan el asma y su objetivo es evitar las crisis.
Este tipo de prevención es factible y consiste en limitar o controlar la
exposición a alergenos dentro y fuera del hogar, alergenos ocupacionales,
alimentarios, infecciones respiratorias, exposición al humo del cigarro,
contaminantes ambientales, medicamentos, cambios climáticos, estrés, ejercicios
e influencia hormonal.◄
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