* Lamentan la falta de comunicación entre autoridades capitalinas y los
subsidios mal enfocados; Barcelona, París o Alemania podrían ser ejemplo de
intermodalidad para el DF
México, D. F., a 20
de abril de 2014
Tras explicar que la intermodalidad es indispensable para
resolver los problemas viales de la Ciudad de México, Verónica Montero,
vicepresidenta del Colegio de Urbanistas de México lamentó la ausencia de
planificación en el desarrollo urbano de la capital y la aparente falta de
comunicación entre las distintas dependencias, lo que lleva a planes
contrapuestos, altos costos en infraestructura innecesaria y una actitud
reactiva ante los problemas de movilidad.
A manera de ejemplo la especialista hizo referencia al
programa Ecobici, actualmente operado por la Secretaría del Medio Ambiente
local e implantado en el centro de la ciudad, en zonas que cuentan con
suficientes medios de transporte.
“El problema es que Medio Ambiente sea quien se encargue de
la gestión de las bicicletas, son un medio de transporte y deberían estar
consideradas en el trazo de las vialidades y dentro de las atribuciones de la
Secretaría de Movilidad (Semovi)”, externó la urbanista al asegurar que estas
atribuciones cruzadas impiden a los usuarios de estos vehículos contar con las
garantías y espacios necesarios para desplazarse a lo largo de la ciudad, pues
el uso de la bicicleta no está considerado en el trazo de la ciudad y su
implementación no es acorde con el desarrollo de transporte público y vialidad.
“Cuando estás planeando una línea de transporte, cuando
estás planeando una norma de movilidad, tiene que ser una sola autoridad la que
coordine los medios de transporte, no pueden ser autoridades independientes”,
expresó Verónica Montero, quien lamentó que la actuación de las autoridades sea
reactiva, tratando de resolver problemas en lugar de proyectar con una visión
más amplia, pues ello representa costos mayores y realizar desarrollos donde no
se requieren.
En este sentido, la especialista, quien participará como
ponente en el Séptimo Congreso Internacional del Transporte organizado por la
Asociación Mexicana del Transporte y la Movilidad (AMTM), consideró que
deberían tomarse como ejemplo las soluciones de intermodalidad planteadas en
Barcelona, París o Alemania, donde el transporte se diseña de acuerdo a las
necesidades específicas de la población y sin una evaluación previa no se
desarrolla ningún sistema de transporte.
“Son muchas las bondades de los sistemas alternativos:
andadores, bicicletas, unidades pequeñas de transporte; porque se debe adecuar
a la realidad, al espacio, a las necesidades de la población y no a una
normatividad superada”, expresó y recordó muchas zonas de la ciudad donde los
usos de suelo no corresponden a la realidad, designando como zonas
habitacionales lugares que por fuera de la ley son utilizados como oficinas,
restaurantes o locales comerciales, lo que nubla la mirada de las autoridades a
la hora de diseñar las formas de movilidad.
“Es un círculo vicioso, pareciera que las autoridades
intentan mantener un aparente control, entonces no ven que zonas como Polanco,
La Roma o El Centro ya no son áreas habitacionales, pero al aparecer así en los
planos oficiales, se hacen de la vista gorda y se ignora la demanda de viajes”,
afirma la vicepresidenta de la Asociación de Urbanistas de México y en el mismo
sentido, apunta que también a la hora de distribuir recursos y asignar
subsidios paradójicamente estas zonas son las beneficiadas cuando las orillas
del Distrito Federal son más inaccesibles y requerirían mayores apoyos.
La urbanista precisa que sobre todo las zonas altas de la
capital y sus conexiones con el Estado de México requieren una atención
especial y pensar en nuevas formas para ofrecerles transportes adecuados, que
les permitan llegar a los transportes masivos como serían banquetas bien
diseñadas con espacio para personas con capacidades diferentes, vialidades con
bahías de ascenso y descenso para transporte público y privado, y
estacionamientos para bicicletas.
“No se trata de meterle millones de pesos a una línea del
Metro, sino de incluir formas de llegar a esa línea, porque tarde o temprano
desciendes del transporte público y de alguna forma tienes que llegar a tu
destino y lo mejor es que sea de una manera segura, ordenada y eficiente”,
comenta Verónica Italia Montero, quien concluye que la ausencia de
intermodalidad se debe a la falta de planeación y de coordinación entre las
autoridades.
Así pues insiste en que el destino de los recursos debería
tomar en cuenta las condiciones económicas de los usuarios, a fin de que los
mayores subsidios e inversión vayan para las zonas que más lo requieren. “Hoy
con el programa Ecobici están subsidiando a las colonias Roma, Condesa,
Nápoles, Del Valle, cuando en los márgenes de la ciudad hay zonas que carecen
de medios de transporte adecuados para salir de ellas y donde un programa como
Ecobici sería indispensable”, concluyó.◄
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