* “Quería ser periodista pero no sabía ni siquiera que se estudiaba
para serlo”: Ignacio Trejo; “el periodismo permite tocar el cielo, sin quitar
los pies de la tierra”: René Delgado
Pachuca de Soto,
Hgo., a 6 de septiembre de 2015
Durante las actividades literarias que tuvieron lugar en la
Feria Universitaria del Libro, organizada por la Universidad Autónoma del
Estado de Hidalgo y su patronato, bajo el auspicio del Consejo Nacional para la
Cultura y las Artes, se llevó a cabo la presentación de la obra de grandes
periodistas que han conjugado en ellas, el arte de escribir e informar.
En el Auditorio Nicolás García de San Vicente del
polideportivo Carlos Martínez Balmori, en la Ciudad del Conocimiento, donde
durante 10 días se celebró la fiesta literaria de la UAEH, una de las más
importantes a nivel nacional, Ignacio Trejo Fuentes, hidalguense de nacimiento,
presentó su libro “Carta a los Romanos” del Fondo Editorial del Consejo Estatal
para la Cultura y las Artes de Hidalgo (Cecultah).
“Quería ser periodista pero no sabía ni siquiera que se
estudiaba para serlo”, comentó el escritor y periodista al narrar como es que
cambió su fututo como futbolista por el oficio del periodismo: “Estaba en la
prepa y jugaba en las reservas del Pachuca, todo pintaba para que fuera un
futbolista exitoso y más tarde un excelente técnico de la selección mexicana.
Un lunes me dijeron que fuera a las oficinas del club porque me darían de alta
en la federación, luego el miércoles me llegó la carta de aceptación de la
UNAM. Dejé el futbol, colgué los tacos para ir a estudiar periodismo y me fui a
la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales a encontrarme con mi destino”,
apuntó.
Tras declararse tuzo de corazón, el también ensayista y
narrador, detalló que su pasión por el periodismo cultural lo llevó a conocer
grandes personalidades de la literatura: “Conozco a todos los escritores
mexicanos, tome café con Octavio Paz y hasta unos tragos con García Márquez”,
definió el autor de 22 textos entre novelas, ensayos, crónicas y cuentos.
Trejo Fuentes, ganador del Premio Nacional de Periodismo
Cultural Comitán de Domínguez 1988, por su novela “De acá de este lado”,
explicó que a su llegada a la Ciudad de México, su domicilio se ubicó en la
colonia Roma, una zona céntrica que le permitía lo mismo trasladarse a Ciudad
Universitaria que al Casco de Santo Tomás. Ahí, en una casa de huéspedes, pasó
sus años universitarios. Una colonia que albergó —él sin saberlo— al fenómeno
guerrillero de los años 70´s.
“Carta a los romanos es una historia de amor que se
desarrolla en la Roma. Esta novela refleja mi experiencia en gran parte, tiene
vivencias mías pero también le agrego un poco de fantasía y creatividad. Trata
de un pachuqueño que muy joven se va al Distrito Federal a estudiar periodismo
en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM y que vive en la
colonia Roma”.
“Cuento como era la vida, algo que los novelistas mexicanos
no habían hecho, narro como eran las casas de huéspedes, unos nidos de locos
completamente. La Roma estaba llena de casas de seguridad de los guerrilleros,
allá en los años 70. La guerrilla era como un cáncer que estaba expandido en
todo el país y en el DF pero nosotros, los chavos, no sabíamos de ello”,
expresa el autor de “Hace un mes que no baila el muñeco” (Daga/BUAP, México
1999) o “El vaquero más auténtico que existió” (Ficticia/CECULTAH, México
2006).
El también considerado por algunos críticos como el autor
del llamado realismo sucio, por no hacer concesiones y hacer aflorar los
laberintos más profundos de la condición humana, advirtió que la suya, es una
novela que comprende muchos acontecimientos de la historia de la Ciudad de
México y en ella convergen el erotismo, la violencia y las malas palabras.
“La novela tiene una historia de amor que termina en
asesinatos, es el eje de la aventura y culmina con el terremoto de 1985, hecho
que curiosamente los novelistas lo han tratado muy escasamente. Es una trama
que comprende muchos acontecimientos importantes de la historia de la Ciudad de
México, en ella suceden cosas trágicas, hay erotismo y está llena de malas
palabras. Me divertí muchísimo escribiéndola, hay mucho sentido del humor y les
aseguro que no los voy a defraudar, y si no sabían de albures, ahí van a
aprender mucho”, finalizó.
Un día antes, en el mismo escenario, el periodista René
Delgado presentó su obra “Autopsia de un recuerdo”, de la casa editorial
Penguin Random House, bajo el sello Grijalbo. Una novela en la que confluyen
emociones, angustias, convicciones e intereses de los protagonistas. Un
periodista y su amante, una ex modelo, además de un narcomenudista, un fiscal,
un sicario, un gatillero y un magnate, dan vida a la novela de Delgado.
“Esta es la mentira de las verdades, parte en muchos casos,
de hechos reales que voy deformando para contar la historia que comprende
“Autopsia de un recuerdo”. Si bien el carácter de sus personajes está bien
definido, tienen por común denominador la contradicción en su conducta y en su
existencia”
“En el fondo, la novela busca contar una historia de amor de
los amantes, en este caso Teresa Marbusian y el periodista Juan Lavín, ambos
protagonistas principales del texto. Se beneficia de pasajes biográficos, de
una que otra reflexión sobre la política y el periodismo, sobre la vida y la
muerte, sobre el amor y el desamor y se aventura a construir un thriller”.
El director editorial del periódico Reforma, señaló que esta
novela recupera vivencias y anécdotas de su vida profesional que pretende
tejer, con el apoyo en la imaginación, una historia y darle una realidad
distinta: “La novela no marca en lo personal el transito del oficio
periodístico al del oficio del escritor pero tampoco hace un trance indeleble
en esa frontera siempre frágil que es la que habita entre el periodismo y la
literatura, reconozco la realidad como el límite del periodismo y reconozco la
imaginación como el horizonte de la literatura”, apuntó y agregó que en él
habita una certeza: de no haber sido un periodista, no habría podido escribir
este libro.
Durante su carrera como periodista, Delgado fue enviado en
la década de los 80´s a varias zonas de guerra como corresponsal, entre ellas
El Salvador, donde recogió los datos que después esparció en su novela "El
rescate", la precuela de este trabajo literario.
Finalmente compartió con los asistentes diversas confesiones
sobre su persona, destacando que el influyente más importante en su carrera es
Gustavo Saénz y resaltó que “el periodismo permite tocar el cielo, sin quitar
los pies de la tierra. Yo no escribo de las mentiras, hago de las mentiras la
verdad”, concluyó René Delgado.◄
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