* El ganador del premio Audi
Urban Future Award 2014 participará en el 7º Congreso de la AMTM, donde expondrá los
avances de su proyecto galardonado
México, D. F., a 9 de abril de 2014
“Hay una tendencia global que
trata de controlar los sistemas urbanos a través de mecanismos que se conocen
como ciudades inteligentes, pero nosotros argumentamos que esa inteligencia no
es suficiente si las ciudades no cuentan con la capacidad de adaptarse”, afirmó
el ganador del premio Audi Urban Future Award 2014 y jefe del Departamento de
Ciencias de la Computación
en el Instituto de Investigaciones en Matemáticas Aplicadas y Sistemas (IIMAS)
de la UNAM, Dr.
Carlos Gershenson, quien participará como ponente en el Séptimo Congreso
Internacional del Transporte a realizarse en la explanada de la Delegación Cuauhtémoc
de la Ciudad
de México, del 23 al 25 de abril.
A decir del investigador, las
ciudades son sistemas complejos cuyos elementos interactúan de forma constante
e impredecible y la labor de pretender anticipar cómo actuarán en un futuro,
resulta limitada e insuficiente, motivo por el cual desde las ciencias de la
complejidad están volteando hacia un nuevo enfoque que les permita adaptarse a
los cambios tal como lo hacen los organismos vivientes.
“Los sistemas urbanos serán más
eficientes si pueden adaptarse como un sistema vivo a los cambios constantes e
imprevistos que sabemos se van a dar. Nos estamos enfocando a movilidad pero la
misma regla se puede aplicar a todos los sistemas urbanos como recolección de
basura, abastecimiento, economía y aspectos sociales”, anticipa el también
investigador asociado al Centro de Ciencias de la Complejidad de la UNAM, quien impartirá la
ponencia “Situación Actual de los Proyectos de Transporte” durante el congreso
organizado por la
Asociación Mexicana del Transporte y la Movilidad (AMTM) que
preside Jesús Padilla Zenteno.
El Dr. Carlos Gershenson, en
trabajo conjunto con el urbanista José Castillo y la diseñadora Gabriella
Gómez-Mont, desarrollaron un proyecto que busca solucionar los problemas de
movilidad en el corredor Reforma-Santa Fe y por el que fueron acreedores al
premio Audi Urban Future. El proyecto consiste en recolectar información suficiente
y en tiempo real para que los usuarios de dicha ruta puedan tomar decisiones
sobre la forma en la que planificarán sus trayectos.
Sin embargo, explica el
investigador, se han topado con el obstáculo de la ausencia de datos sobre los
traslados en la Ciudad
de México, “como asociaciones, instituciones, gobierno o usuarios se necesitan
datos para tomar decisiones y en esta ciudad hay muy pocos datos, entonces
necesitamos encontrar la forma de recolectar una cantidad suficiente de ellos
para poder generar información relevante en tiempo real”, explica Gershenson y
asegura que si más usuarios comienzan a compartir su información para este tipo
de proyectos, los datos de regreso serán más confiables y efectivos.
El especialista en sistemas
complejos explica que gracias al avance vertiginoso de las tecnologías de la
información, la capacidad de almacenar y cruzar datos se ha visto beneficiada y
se han reducido costos, no obstante el reto principal se encuentra a nivel
social, al intentar coordinar los distintos esfuerzos de gobiernos, empresas y
ciudadanos para generar una colaboración que beneficie a la colectividad.
“Todos los sistemas están
cambiando y se beneficiarían de tener más datos y mecanismos adaptables que se
ajusten a los cambios no previstos”, explicó el investigador e indicó que los
sistemas de transporte son sistemas complejos porque aun cuando sus elementos
se pueden describir de manera aislada, su comportamiento depende de las
interacciones que tienen con otros vehículos y otros pasajeros, y esas
relaciones llevan a entender cómo funciona el sistema de transporte.
Por ello el Doctor Carlos
Gesshenson sugiere estudiar la movilidad a nivel sistémico, estudiando tanto
los componentes como sus interacciones, a fin de lograr adaptarse a sus cambios
constantes, tomando inspiración de los sistemas vivos que deben responder a
modificaciones que tampoco se pueden predecir.
“La técnica y la ingeniería son
limitadas porque tratan de prevenir los fenómenos, por ejemplo ¿cuál va a ser
el flujo promedio de los vehículos?, ¿cuál va a ser la demanda promedio de
pasajeros?, sin embargo estás demandas están cambiando segundo a segundo. Cada
ciclo del semáforo va a llegar un número diferente de vehículos. Cada parada de
metro va a cargar una suma diferente de pasajeros y esos no se repiten ni día
con día, ni estación con estación”, describe y anticipa que ante tal variedad
de datos tratar de predecir el futuro de los sistemas resulta insuficiente, por
lo que esta nueva visión que incorpora la adaptabilidad se hace imprescindible.
Finalmente, recuerda que el de la
movilidad es un problema complejo que requiere del esfuerzo coordinado de todos
los sectores, lo que es complicado porque implica distintos intereses,
distintos partidos políticos, distintas visiones. “No hay la solución de la
movilidad que va a mejorar todo y para todos pero hay distintas mejoras que se
pueden hacer y que tendrán efectos mayores o menores”, concluyó.◄
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