* Actualmente el servicio de
transporte urbano y suburbano convierte al pasajero en mercancía, por lo que
homologar el pago de trasporte público por tiempo de uso, permitirá optimizar
la calidad de vida de los habitantes: Dr. Ing. Fernando Lozada Islas
México, D. F., a 9 de abril de 2014
De acuerdo con el Doctor
Ingeniero Fernando Lozada Islas, experto en transporte y movilidad urbana, para
que exista una movilidad eficiente en la Ciudad de México es necesario llevar a cabo un
conjunto de acciones que vayan encaminadas a mejorar día con día la calidad de
vida de los usuarios y garantizar, además, el acceso equitativo a los bienes y
servicios que ofrece la
Ciudad.
“En materia de movilidad es
urgente y necesario mejorar e implementar soluciones inteligentes que respondan
a las necesidades de desplazamiento de la población y que no sean solamente
soluciones emergentes. Si bien la
Ciudad de México actualmente tiene sistemas de transporte que
la sitúan dentro de las mejores ciudades dentro de América Latina, aún falta un
largo camino por recorrer para poder estar a la altura de los países europeos
en materia de movilidad y transporte”.
Lozada Islas es el representante
de la Asociación
Mexicana de Transporte y Movilidad (AMTM) en Europa y
Sudamérica y parte importante en la organización del 7º Congreso Internacional
del Transporte (7CIT), que se realizará del 23 al 25 de abril en la explanada
de la Delegación
Cuahtémoc, en la ciudad de México, con entrada gratuita para
las conferencias magistrales y los distintos páneles de discusión de expertos
en el sector del transporte público de pasajeros.
De acuerdo con el doctor y master
en Transporte de la École Nationale de Ponts et Chaussées de París, un reto que
enfrenta el transporte en el Distrito Federal es la homologación del mismo, es
decir, la integración tarifaria, la cual permitiría al pasajero optimizar su
medio de transporte.
Pese a que en la actualidad el
Gobierno del Distrito Federal homologó el uso de las tarjetas de transporte
público, es necesario integrar en un solo título de pago el uso de cualquier
medio de transporte que requiera un habitante para llegar a su medio de
trabajo, escuela o actividades que realice.
“Algo que le falta al transporte
en la Ciudad
de México para que haya una movilidad eficiente es la integración tarifaria,
que todos los medios de transporte que yo pueda usar en la ciudad los pueda
pagar con un mismo título de crédito. Pero esto va más allá, que se pague por
un desplazamiento y no por modo de transporte que se usa. Es decir, si un
trabajador o un estudiante utiliza un microbús, el metro y el metrobús para
llegar a un sitio, está pagando por tres medios de transporte diferente, sin
embargo, la integración tarifaria consiste en que el usuario page por un
desplazamiento de puerta a puerta en un determinado tiempo con un solo pago”.
El también profesor investigador
de la Universidad
Nacional Autónoma de México explica que con la implementación
de este concepto se permitiría, además, optimizar los servicios de trasporte y
reducir en gran medida la carga de usuarios en un solo transporte como lo es el
Metro, puesto que la mayoría de los pasajeros lo que busca es economizar haciendo
viajes largos con el pago de un boleto, aunque ello implique que su trayecto
sea estresante e incómodo.
“Como tenemos que pagar por cada
transporte lo que hacemos es tratar de hacer los viajes lo más largo posibles
en un solo transporte a diferencia de la gran mayoría de las ciudades de Europa
donde se paga por tiempo, ahí se paga por 90 minutos de transporte en una sola
dirección, con lo que se ha logrado mejorar tanto la calidad del servicio como
la calidad de vida de los habitantes”.
Añade además que debería existir
una homogeneidad en la calidad del servicio, la seguridad y la atención al
público prestados por todos los medios de transporte, a fin de que la gente se
sienta libre de tomar cualquiera de ellos.
“Hay una gran heterogeneidad en
la calidad, seguridad y eficiencia de los diversos medios de transporte público
que circulan en la Ciudad
de México, tanto los individuales como los colectivos. Tanta diversidad que es
difícil para los usuarios encontrar las razones de esas diferencias que, además,
la mayoría de las veces no tienen que ver con las tarifas.
Si pensamos en el transporte
público individual, taxis existen de "todos colores y sabores", de
todos modelos y antigüedades, en perfecto estado y en pésimo estado, existen
los "ruleteros", los de "sitio" que la hacen de ruleteros
cuando quieren, los de terminales, los de aeropuerto, los de Uber, los de
Cabify, etc. En el campo del transporte colectivo existen rutas de metrobús,
trolebús, metro, FFCC suburbano, tren ligero, autobuses de RTP, autobuses de un
sinnúmero de compañías, con niveles de calidad de servicio muy dispar y con
tarifas muy incongruentes. Esto parece ser una característica de las ciudades
latinoamericanas, pero considero que debería de haber una homogeneidad a fin de
que la gente se sienta libre de tomar cualquier medio de transporte.
En este sentido añade que la
situación que día a día vive el usuario puede influir directamente en su
productividad laboral, ya que la saturación en su medio de transporte o el
retraso del mismo puede generar en él una situación de estrés.
“Muchos para llegar a su trabajo
hacen un recorrido de entre 60 y 90 minutos, utilizando más de un medio de
transporte en condiciones de incomodidad por la saturación que hoy existe,
situación que hace que el trabajador llegue con una fuerte dosis de estrés y
agotamiento que, por obviedad, va a verse proyectado en su productividad
laboral e incluso en sus relaciones con los demás empleados y/o patrón”.
Para el Ingeniero Civil con una
Maestría en Arquitectura y Doctorado en Transporte, otro punto importante que
podría fomentar una movilidad eficiente es la información que se les
proporciona a los usuarios acerca de los servicios con que cuenta.
“La falta de información al
usuario va desde las tarifas aplicables en cada medio de transporte colectivo
de la ciudad, cuyo monto parece haber sido asignado arbitrariamente y no con
criterios de costo-beneficio, o distancia recorrida. Tampoco existe información
accesible y en los sitios adecuados acerca de las líneas del Metro, de sus
horarios, de las rutas de Metrobús y Trolebús ni de sus horarios, como tampoco
de las nuevas rutas que se han ido poniendo en operación como los corredores
Periférico y Revolución de los cuales se dispone de poca información tanto en rutas,
como tarifas y horarios.
Parece que se piensa
exclusivamente en el usuario "cautivo", habitual, y no en los que
pueden ser más casuales y que utilizarían el servicio esporádicamente si
supieran bien cómo funciona.
El derecho a la movilidad no es
sólo que haya los medios de transporte, sino que se difunda su existencia y se
estimule su uso para que el ciudadano, el citadino "se empodere" o se
"apropie" de los medios de transporte de la Ciudad y se mueva en ella
"cómo pez en el agua". Eso contribuye naturalmente a la rentabilidad
de las empresas de transporte y a la economía de la ciudad.
Finalmente el experto indica que
desde los años 70 persiste una mentalidad generalizada de la movilidad que
privilegia el uso del automóvil particular puesto que los gobiernos han
dedicado mayor presupuesto a las inversiones en infraestructura para los
automóviles dejando al transporte público como una opción sólo para los menos
favorecidos. Esta situación ha propiciado que el transporte público sea
deficiente y no sea digno de la clase trabajadora, por lo que es necesario
hacer un cambio de mentalidad respecto a entender qué significa la movilidad
urbana.
“En la Ciudad de México, muy en
especial, se han incorporado desde hace más de 50 años muy novedosas
tecnologías y equipamientos para mejorar la movilidad urbana, tanto la
individual como la colectiva. Sin embargo creo que desde los años 70 persiste
una mentalidad generalizada de la movilidad que privilegia el uso del automóvil
particular y que, en el papel de las autoridades, les ha llevado a privilegiar
las inversiones en todo lo relativo a infraestructura para el auto particular,
considerando el transporte colectivo como una especie de "filantropía
social", destinado a "los que menos tienen", a "la gente de
menores ingresos", etc. y que por ello se les puede dar cualquier cosa en
materia de transporte urbano y que no tendrían derecho ni siquiera a imaginar
algo mejor”.
Para el experto en transporte
internacional, hay que entender que todo lo que se invierta en movilidad
urbana, muy en especial en la colectiva, no beneficia a los que se transportan
sino que, más allá de eso, es "oxígeno puro" para la economía urbana,
ya que sin movilidad urbana no puede haber economía urbana.
La calidad y eficiencia de la
movilidad de las grandes urbes es hoy un factor determinante para fijar los
índices de competitividad urbana a partir de los cuales se toman las grandes
decisiones de inversión en el universo de ciudades del mundo que luchan por
atraer capitales”, concluyó.◄
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