Agencias Internacionales 22.03.2016
* Los osos polares y los pandas son las imágenes de los niños sobre la
conservación de la fauna. Pero no todas las criaturas que merecen salvarse son
carismáticas. Aquí se incluyen los “dragones bebé” de los Balcanes.
Fotografía de un proteo submarino sobre una roca.
Si viaja al interior de Croacia y gatea alrededor de los
pasajes fríos y húmedos de una cueva, puede encontrarse con una criatura de
leyenda: el denominado dragón bebé de los Balcanes.
Quizás ahora mismo, usted se imagina a los dragones con alas
que escupen fuego por la boca de la serie de televisión 'Juego de Tronos' pero,
de hecho, la criatura en cuestión, el proteo, es una salamandra menos
aterradora. Sin embargo, el animal ciego, de color carne, no es menos
fascinante y recientemente el descubrimiento de 55 huevos de proteo en un
acuario en la cueva de Postojna en la vecina Eslovenia, captó la atención de
los medios de comunicación y científicos de todo del mundo.
Ello se debe al desconocimiento sobre la verdadera
naturaleza de estas misteriosas criaturas<i>,</i> aunque son un
objeto de fascinación desde la Edad Media para los habitantes de los Balcanes.
En el folclore croata, el proteo se ganó la reputación de crías perdidas de los
dragones, debido a su cuerpo serpentino y su amplia cabeza, enmarcada por
branquias con volantes. Cuenta la leyenda que, con las lluvias copiosas, fueron
expulsados de las guaridas subterráneas de sus padres a la superficie.
Cuentos de hadas aparte, las especies permanecieron sin
estudiarse hasta la última mitad del siglo XIX y la falta de información
sistemática sobre sus vidas en estado salvaje preocupa a los ecologistas. La
Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN, por sus siglas
en inglés catalogó al proteo como vulnerable y en declive. Mientras el tamaño
exacto de la población del proteo sigue siendo desconocido, su hábitat se
encuentra bajo la amenaza de la contaminación y los cambios en los patrones del
uso de la tierra. Se trata de una situación que refleja la de los anfibios de
todo el mundo, que están perdiendo su entorno a una velocidad que podría
comportar la pérdida del 50 por ciento de las especies para el 2050.
Dusan Jelic, biólogo del Instituto Croata para la
Biodiversidad, que investiga su mundo oculto, cree que su valor como una
especie clave se extiende mucho más allá de las leyendas antiguas. Afirma que
su bienestar está íntimamente ligado con la salud general del territorio.
“Tenemos un dicho antiguo: Si el agua es buena para la
salamandra, definitivamente es buena para beber”, dijo Jelic que espera que su
aventura de investigación subterránea pueda contribuir a su conservación.
Estudiar los proteos requiere a menudo que los investigadores sean un
poco aventureros ya que necesitan escalar y bucear a través de formaciones de
cuevas subterráneas para encontrar su sujeto de investigación.
En la profundidad
El proteo vive bajo tierra en una región geográfica conocida
como Dinaric Arc, un tesoro biológico en el sur de Europa, que abarca los
estados Balcánicos de la antigua Yugoslavia y una pequeña parte de Italia. Su
hábitat consiste en una serie de cuevas laberínticas que permanecen en su gran
mayoría sin mapear ni explorar, debido a su inaccesibilidad. El proteo navega
en los oscuros mundos gracias a su agudo sentido de la audición y un sexto
sentido, como los tiburones, que usa para detectar un cambio en los campos
electromagnéticos.
Hasta hace poco, era casi imposible para los humanos
observar los proteos en su medio natural, pero los avances de la tecnología
permiten a investigadores como Jelic aprender más, combinando la ciencia con
los deportes extremos. Para explorar las formaciones de la cueva, un científico
tiene que sentirse igual de cómodo con las alturas así como con los espacios
angostos y estrechos pasajes sumergidos.
“Estamos encontrando nuevas maneras de ir a las
profundidades y juntar datos usando equipos de inmersión en las cuevas que nos
permiten hasta ocho horas de inmersión”, explica Jelic
Su expedición de investigación más ambiciosa hasta la fecha
lo llevó a 1.400 metros por debajo de la superficie del parque nacional de
Krba, hecha en nombre de la ciencia para alcanzar un río subterráneo
inexplorado.
“Se necesitaron cuatro semanas y 60 hombres para bajar el
equipo allí, para que al final solo dos buzos bucearan, pero ahora tenemos un
monitoreo permanente en el parque nacional Krba”, dice Jelic, que usa tales
inmersiones para monitorear las poblaciones de proteo y observar las señales de
contaminación, una de las principales preocupaciones de los ecologistas.
Los proteos tienen una cola fuerte que utilizan para nadar. Por otro
lado, sus piernas son pequeñas. Tienen pulmones y branquias externas.
Problemas de
contaminación
En Croacia, por ejemplo, los acuíferos subterráneos
proporcionan gran parte del suministro de agua de la nación. El agua se bombea
a la superficie para agricultura y el consumo humano, pero el agua contaminada
vuelve a las formaciones de las cuevas kársticas a través de la gravedad. Según
Jelic, las antiguas ciudades de Croacia y los pueblos del interior todavía
dependen de anticuados sistemas de tuberías y de aguas residuales, lo que
significa que el agua sin tratar fluye hacia al ambiente con consecuencias
potencialmente desastrosas para el proteo.
Unas pequeñas cantidades de material orgánico son
beneficiosas para la cadena alimentaria, “pero a la mínima que se vaya a un
poco más por encima del borde, se entra en un estado anóxico y todo muere”,
dice Jelic.
Su mayor preocupación es que el incremento de la demanda del
suministro de agua del país degrade aun más el hábitat del proteo. Las
construcciones descuidadas, las presas y la deforestación generan una pérdida
en la calidad del agua, reduciendo, de esta manera, la cantidad del hábitat
disponible para las especies. “Tenemos más contaminación que nunca”, dijo
Jelic.
Sin embargo, no todas las noticias son desalentadoras. En
2013, Croacia obtuvo la admisión en la Unión Europea y se unió a la red europea
Natura 2000 que preserva la diversidad biológica del continente y distintos
hábitats. Al hacerlo, Croacia propuso incluir 11 especies, incluida el proteo,
y dos tipos específicos de hábitats en las formaciones de cuevas kársticas, en
reconocimiento de su valor como tesoros biológicos. Eso parece estar teniendo
algún impacto positivo sobre el proteo.
“Recientemente, tuvimos un caso con la formación de cuevas
de Ombla (sur de Croacia) donde proporcionamos pruebas que la central
hidroeléctrica que se suponía que iba a construirse tendría un impacto
significativo sobre el proteo y los peces de la cueva, por lo que finalmente
fue rechazado“, dijo Jelic.
El parque nacional de los lagos Plitvice de Croacia es un lugar
encantado y uno de los lugares donde puede encontrarse al difícil proteo.
Un escaparate de
curiosidades
A pesar de esta victoria menor para el proteo, la salamandra
acuática todavía sufre el mismo problema que muchas de las especies menos
conocidas y fotogénicas: que fracasa en captar la simpatía del público de la
manera que lo hace un lindo panda o un cachorro de león por lo que el interés
en su conservación es menos claro que para otra fauna más carismática.
Sin embargo, la Sociedad Zoológica de Londres (ZSL, por sus
siglas en inglés) dió la voz de alarma de que muchas especies, además de la
fauna más carismática, requieren una protección adicional y el proteo está
entre ellas.
“Literalmente no hay nada como el proteo en la Tierra”, dijo
Nisha Owen, director del programa ´EDGE of Existence`, que llama la atención de
las especies vulnerables fuera del foco de atención de los medios de
comunicación. La rareza y su genética aislada están entre los criterios para
unirse al programa de las 100 mayores especies vulnerables. El proteo es el
decimonoveno de la lista para los anfibios, clasificado entre otras
curiosidades como la salamandra china gigante, el ajolote y la salamandra
apulmonada.
La organización ecologista también financia la investigación
de científicos como Jelic, cuya pasión por las especies que estudian y los
ecosistemas que habitan es obvia. Él está fascinado por el proteo desde pequeño
y cree que aumentar la concienciación es fundamental para los esfuerzos de
conservación.
“Si al menos tienes personas pensando sobre unas especies y
los retos que afrontan, entonces los puedes preparar para encontrar
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