* El gran Tzompantli permite anticipar nuevos e importantes hallazgos,
comparte el arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma en la FUL 2015
Pachuca de Soto,
Hgo., a 25 de agosto de 2015
Tras el hallazgo del gran Tzompantli, el arqueólogo mexicano
Eduardo Matos Moctezuma confirmó que a través del Programa de Arquitectura
Urbana (PAU), el proyecto Templo Mayor extenderá su búsqueda hacia lo que era
el antiguo gran recinto ceremonial de la cultura Mexica.
En entrevista posterior a su participación en la Feria
Universitaria del Libro, FUL 2015, que organiza la Universidad Autónoma del
Estado de Hidalgo (UAEH) y su Patronato, donde recibió un reconocimiento por su
labor, el prestigiado investigador anticipó que esperan encontrar otros
hallazgos tan importantes como la estructura donde se colocaban los postes y
los cráneos atravesados, conocida como Tzompantli y descubierta a mediados de
agosto.
"Seguimos trabajando, seguimos excavando y desde luego
que pensamos va a haber todavía algunos hallazgos importantes. En ocasiones,
gracias a la fuente escrita podemos prevenir qué tipo de vestigio habrá pero en
tanto no se excave, no podemos dar fe exacta de lo que encontraremos",
expresó luego de impartir la ponencia "Excavaciones en el Templo
Mayor" donde presentó un resumen de los logros alcanzados en 38 años de
exploración.
En este sentido, enfatizó que gracias al trabajo de
arqueólogos, físicos, químicos, restauradores, geólogos, entre otros
especialistas, quienes conforman el equipo del Proyecto Templo Mayor, hoy es
posible aportar mayor información sobre la cultura mexica, una de las seis
civilizaciones originarias del mundo.
No obstante, subrayó las dificultades que implica un proyecto
de tal envergadura toda vez que la ciudad de Tenochtitlan se ubica bajo la
actual Ciudad de México, "por lo tanto es difícil acceder a ella. Tenemos
mucha información en las crónicas escritas, los relatos de los cronistas pero
falta encontrar el dato arqueológico para complementar ambas fuentes de
información".
Además, recordó que entre 1991 y 1998 el programa de
arqueología urbana se extendió no sólo para ver el Templo Mayor sino también
para conocer la Gran Plaza.
El proyecto que nació en 1978, luego del hallazgo de la
escultura de Coyolxauhqui, la diosa de la Luna, se ha mantenido activo durante
38 años y consta de tres fases: la recopilación de información, el proceso
técnico de excavación y la fase de interpretación, "un hallazgo por sí
sólo no dice nada, se requiere la interpretación a partir de la información
recolectada durante la primera fase", comentó.
Durante la ponencia, Matos Moctezuma explicó que uno de los
mayores retos radicó en la búsqueda bajo la Catedral de la Ciudad de México, donde
generaron pozos de excavación para preservar los hallazgos prehispánicos y
coloniales que encontraron en la zona, entre ellas medallas de ánimas y cruces,
como ofrendas a las almas del purgatorio.
También destacó el hallazgo de la ofrenda 102, donde encontraron
telas y elementos de papel, así como un disco donde aparecen 7 deidades,
elementos en madera y era todo el atavismo de un sacerdote del Dios Tláloc.
"Desde que comenzamos en 1978, el impacto fue muy
importante no sólo a nivel nacional sino también mundial; en 1983, por ejemplo,
se llevó a cabo un simposio en Washinghton y se abrieron las puertas a más de
250 investigadores presentes para escuchar que era lo que estaba encontrándose
en el lugar", recordó Matos Moctezuma y destacó la importancia histórica y
cultural que estos hallazgos han tenido para México y el mundo.◄
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