31 Jul 2015
No se debe de olvidar que una de las estrategias aplicadas
por el ex alcalde de Ecatepec, Eruviel Ávila Villegas, para convertirse en
candidato del PRI a la gubernatura del Estado de México fue la de amagar con
coaligarse con la oposición en caso de que la cúpula de su partido, entonces
controlado por Enrique Peña Nieto, no lo postulara como prospecto a mandatario
mexiquense.
Y la verdad ese plan le funcionó al hoy gobernador
mexiquense en virtud de que hace cuatro años la oposición al priismo tenía la
fuerza suficiente para que mediante una coalición ganara los comicios locales,
incluso una derrota del tricolor en la entidad representaría dificultades al
hoy también presidente de la República para alcanzar su objetivo de llegar con
holgura a Los Pinos en su momento.
De acuerdo a testimonios de algunos personajes que vivieron
de cerca ese escenario político-electoral, Eruviel Ávila Villegas, logró su
objetivo, incluso sus opositores cercanos al hoy presidente de la República,
inmersos en aquellas fechas en el frenesí de alcanzar “todo el poder”,
aceptaron la determinación de postular a Eruviel por encima de Ricardo Aguilar
y Alfredo Del Mazo Maza, los más fuertes precandidatos para suceder a Peña, con
la condición de que después del segundo año de la administración del ex edil de
Ecatepec este último solicitaría licencia a la titularidad del Ejecutivo estatal.
Y la verdad por poco y lo logran, pero las maniobras de
Eruviel de nueva cuenta derrotaron a las perversas intenciones políticas de los
llamdos “Golden Boys” – círculo de políticos mexiquenses que rodea en Los Pinos
al mandatario del país - quienes se quedaron con las ganas de ser testigos de
la salida de Eruviel Ávila Villegas por la puerta de atrás.
Y a esta alturas, faltando dos años para que concluya el
sexenio de Eruviel, ya a nadie de esos personajes le interesa que el actual
mandatario mexiquense deje inconcluso su periodo sexenal, y solo están al
acecho para que a finales del año que viene lo empiecen a bombardear, desde el
punto de vista político, a fin de imponer a su sucesor.
Pero Eruviel Ávila Villegas de nueva cuenta tiene en mente,
al parecer, sus tácticas de fortalecimiento político programadas en dos
vertientes:
1.- Imponer a toda costa a su sucesor, y
2.- A la vez convertirse en candidato del PRI a la
presidencia de la República.
La verdad dos objetivos por demás arriesgados y temerarios ,
pues significa declarar la guerra a sus adversarios dentro del PRI, a los
mismos que lo quisieron destituir a la mitad de su sexenio, por lo que no será
fácil para Eruviel lograr dichas metas de tipo político.
Sin embargo, ya empezó a aplicar parte de sus tácticas, a
una distancia de 45 días de que cumpla cuatro años en el cargo de gobernador, y
a dos de que se perfile candidato a la presidencia de la República no sin antes
nombrar a su sucesor.
Y la verdad Eruviel Ávila Villegas ha moldeado y refinado su
oficio político, mismo que le ha dado resultados positivos hasta el momento,
por eso ahora está impulsando lo que denomina un gobierno de coalición (para
tener a su favor a la oposición) y también cedió, esta semana, a las presiones
de aceptar la “alerta de género”, ambas decisiones le dan bonos para poder
consolidar su proyecto político que deberá concretar en por lo menos 24 meses,
apuntalado en la figura de la Confederación Nacional de Gobernadores ( CONAGO
), misma que le permitió ayer reunirse con las y gobernadores electos.
Y a decir verdad a Eruviel -de nueva cuenta- no le
importaría negociar con dios y con el diablo al mismo tiempo para alcanzar sus
objetivos político-electorales, lo que significa que podría aplicar, a sus
adversarios dentro de su partido, la misma maniobra que uso hace cuatro años:
acordar con la oposición para imponer, primero, a su sucesor, y segundo,
conformar una gran alianza nacional que pueda enfrenar a los grupos priistas
que se opongan a su candidatura presidencial.
Eso - de concretarlo - pondría en jaque al PRI, su partido.◄
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