* El autor que presentará su
obra en la FUL 2015, dice que se anticipó a Juan José Arreola y Juan Rulfo y
fue contemporáneo de Jorge Luis Borges, Adolfo Bioy Cázares y Silvina Ocampo,
todos ellos haciendo literatura de lo fantástico, de lo mítico, de aquello que
es leyenda, historia, sueño o desvarío
Pachuca de Soto, Hgo.
México., a 30 de julio de 2015
El próximo 30 de agosto, la Feria Universitaria del Libro,
FUL 2015 tendrá la presentación editorial del volumen “Universo: Francisco
Tario”, ejemplar coeditado por la Dirección General de Publicaciones del
Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (COnaculta) y La Cabra Ediciones,
de la autoría del periodista, escritor e investigador literario Alejandro
Toledo Oliver.
“Me encontré con Francisco Tario siendo yo muy joven,
tendría unos 20 años”, narra el escritor. “Escuché un primer cuento de Tario en
un taller, en la ENEP Acatlán (hoy Facultad de Estudios Superiores, Acatlán,
UNAM); quizá ‘El mico’ o ‘La noche del traje gris’. Me interesó el personaje,
fui a comprar su libro ‘Una violeta de más’, editada por ahí de 1968 en Joaquín
Mortiz y ahí venía una foto de él, calvo, tapado… Había muchos rumores: que si
había sido portero, que tocaba el piano, que había vivido en Acapulco, pero
poco de eso estaba documentado. Entonces con un amigo, Daniel González Dueñas,
me di a la tarea de investigar. Aquí estaba José Luis Martínez, quien había
sido su amigo y lo siguió literariamente… ”.
Porque Francisco Tario, personaje del que se ocupa Alejandro
Toledo, a decir del historiador, ensayista y bibliógrafo José Luis Martínez —en
el prólogo de “La puerta en el muro” (Colección Lunes 24, 1946, viñetas de F.
Castro Pacheco)—, era un escritor que utilizaba las diversas formas narrativas
libremente mezcladas y, agregó al respecto: “La contribución que Francisco
Tario aporta a nuestras letras era sin duda necesaria para completar un
panorama excesivamente monótono y tradicional”.
El trabajo final que entrega Alejandro Toledo en “Universo
Francisco Tario”, está envuelto de no pocas anécdotas que han sido un largo
caminar de tres décadas, buscando la huella del escritor de literatura
inclasificable, pero que preludia a lo que hoy se ha dado por llamar literatura
fantástica. Francisco Tario en realidad se llamaba Francisco Peláez Vega y fue
jugador de futbol semiprofesional, astrónomo, empresario y pianista.
Dice Toledo: “Encontré a Sergio Peláez, hijo de Francisco
Tario. Sergio fue directivo de futbol, de equipos como Atlante y Toluca, además
de coordinador de prensa en el mundial México 86; así que poco a poco fui
hilando sus huellas; así fui armando el retrato de Tario. Por eso armé la
antología ‘Entre tus dedos helados’, que prologó Esther Seligson y quien lo
llama ‘raro fantasma de la Literatura fantástica”.
Para el experto en Tario, éste “se anticipa a Juan José
Arreola, incluso a Rulfo si piensas que ‘Pedro Páramo’ es una novela de
fantasmas; al tiempo, es contemporáneo de Jorge Luis Borges, de Bioy Cázares,
de Silvina Ocampo, todos ellos haciendo literatura de lo fantástico, de lo
mítico, de aquello que es leyenda, historia, sueño o desvarío. Tario fue un escritor
multifacético: hizo novela, teatro, aforismos; su caso sigue siendo
sorprendente en la historia literaria mexicana”.
De modo tal que Alejandro Toledo, al hacerse cercano a los
hijos de Tario, tiene el acceso a un tesoro incalculable: el archivo privado y
casi secreto del escritor; así, logra aprovechar tanto el material fotográfico
como otros documentos, con los que reconstruye concienzudamente el rompecabezas
histórico de aquel autor que para 2011, año del centenario de su nacimiento,
era un literato sólo para iniciados.
Alejandro Toledo en el primer capítulo recrea la amistad —de
la que Tario no sacó ninguna raja— con Octavio Paz y las tertulias de la calle
de Etla a las que Paz acudía con su entonces esposa, Elena Garro y otros
personajes de las décadas de los años 40 al 50.
También, Toledo obsequia al lector con la historia de la
afición y práctica futbolista del “Elegante Peláez”, como se conocía a Tario
durante su paso por las canchas de futbol en los años treinta, cuando fungió
como arquero del Club Asturias. Relata cómo el escritor establece un idilio con
el puerto Acapulco y, más tarde, Toledo narra el exilio en Madrid.
En la segunda parte, convertido en verdadero detective,
Alejandro Toledo construye lo que se ha dado en llamar un “retrato a voces” con
los cercanos a Tario: el pintor Antonio Peláez, hermano del escritor, con sus
hijos, Sergio y Julio; además de los amigos en las letras y el arte José Luis
Martínez, Rosenda Monteros y Esther Seligson.
“Universo Francisco Tario” es un texto documental,
histórico, porque además, consigna cartas del escritor con su hermano Antonio y
con su esposa Carmen Farrell, a quien Tario llamaba su “mágico fantasma”. Esos
escritos veinteañeros, realizados de 1930 a 1935, se constituyen en una fuente
primaria para su evolución en el arte de la escritura durante su etapa juvenil.
Toledo incluye en su investigación dos cartas de Elena Garro a Francisco Tario.
Personaje extravagante de la literatura mexicana, gran
fantasma que obsesionó a Alejandro Toledo Oliver, hasta convertirlo en un
especialista en “cronopios”, pues también se está ocupando de otra escritora
cuya huella de su paso por el mundo es difusa: Josefina Vicens, una escritora
tabasqueña, activista del feminismo “de la que se dice mucho, pero está documentado
muy poco”, explica Toledo, “del mismo modo que me ocupé de Efrén Hernández, del
que realicé una antología en dos tomos y de Antonio Porchia, un escritor
también algo fantasmal”.
Toledo, reza su ficha literaria, es nacido en la ciudad de
México en 1963; egresado de Ciencias Políticas de la UNAM; ha sido becario del
Centro Mexicano de Escritores y del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes;
actualmente es miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte, y en su afán
enciclopédico, se encuentra escribiendo un libro de textos sobre cine, además
está por publicar “La gloria también golpea”, un libro sobre box que escribió
haciendo referencia a un viaje que sostuvo con los campeones Julio César Chávez
y Óscar de la Hoya, con epílogo del especialista en box de origen argentino
Eduardo Lamazón.
Toledo, además, ha publicado sus conversaciones con
escritores, además de ser autor de cuentos que aparecen en los títulos
“Atardecer con lluvia”, “Corpus” y “Ficciones sobre ficciones”, además de la
novela corta ”Mejor matar al caballo”. Es el editor para el Fondo de Cultura
Económica de las Obras completas de Efrén Hernández, y está ahora a cargo de
las Obras completas de Francisco Tario, cuyo primer tomo ya está en librerías y
el segundo aparecerá en 2016.
La Feria Universitaria del Libro, auspiciada por la
Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, su Patronato y el Conaculta,
también se une al rescate de los escritores poco conocidos y cuya literatura ha
sido una riqueza del patrimonio cultural de nuestro país, Tario es uno de ellos
y el especialista en cronopios, Toledo, lo visibiliza en “Universo Francisco
Tario”.◄
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